Friday, March 7, 2014

¿Adiós a la Crisis?


España – ¿Qué clase de Recuperación Económica? Introducción

Es evidente que la economía española da muchas señales de estar en mejores condiciones que hace un año. Pero ¿hacia dónde vamos? ¿Qué tipo de crecimiento económico nos espera realmente?



¿Es cierto que hemos superado la crisis…, que ha pasado lo peor…, o simplemente estamos delante de otra decepción, de otra salida en falso? Es evidente que habrá un antes y un después del año 2008, pero ¿exactamente que es lo que podemos esperar del futuro próximo? Este libro intenta ir más allá de los tópicos del tipo “estirábamos más el brazo que la manga” buscando las raíces de los problemas que caracterizan la situación actual para intentar dar una respuesta que ayude al lector a orientarse en el nuevo mundo hacia el cual estamos ineluctablemente caminando.

La economía española ha vuelto a la senda de crecimiento, por frágil que sea su trayectoria actual. El sector de exportaciones tira como nunca, el balance de comercio está registrando números positivos y el déficit en cuenta corriente ya es historia. El mercado laboral se ha estabilizado. Quizás la economía no genere muchos nuevos puestos de trabajo, y mucho menos en forma de contratos fijos, pero por lo menos el paro ya ha dejado de subir.

Además el gobierno no tiene dificultades para financiarse y la prima de riesgo ha bajado considerablemente. Las reformas son constantes y la confianza ha vuelto a los mercados y a las empresas. Entonces todo va bien, ¿o no?

Debajo de esa capa de alegría queda una realidad que no ha cambiado sustancialmente en el último año. Esa realidad se encuentra en la vida cotidiana de la gran mayoría de españoles y españolas donde se presentan las mismas dificultades como antes y donde todavía se mira el futuro con cierta aprehensión. Y no hay de olvidar que ese intento de salir adelante no es la primera vez que lo hacemos, en 2009 algunos vislumbraban unos primeros brotes verdes y de hecho en 2010 salimos de la primera y grande recesión solo para recaer en la segunda en 2011. Mientras podemos estar seguros que hemos salido de la última recesión, no podemos ser tan seguros que no hay otra, la tercera, esperándonos a la vuelta de la próxima esquina.



1/ Sin Rescate Pero Todavía En Crisis

Desde que Mario Draghi anunció su programa OMT, la crisis de la zona Euro ha ido de más a menos. Las primas de riesgo han bajado en toda la periferia, y a fecha de hoy nadie sugiere que ni la economía italiana ni la española necesiten rescates. Pero ¿esa tregua frágil que hay con los mercados durará para siempre? Al final ¿no acabaran saliendo uno o más países de la moneda común? Y España, ¿tiene que salir?

Se ha hablado mucho de que el mundo no volverá a ser nunca como aquello que hemos conocido en los primeros años de este siglo. Los países desarrollados no pueden mantener las mismas expectativas por varias razones. En primer lugar, los países emergentes están ganando terreno y generando competencia, y lo están haciendo cada día con más insistencia. Además, nuestras sociedades tienen una herencia de deuda que representa un lastre para el consumo y que costará a bajar. Y por si estos dos factores fueran poco, tenemos por delante unos cambios demográficos que serán, por no decir más, inauditos.



La confluencia de estas circunstancias ha llevado a algunos economistas a hablar de un “nuevo normal”, un listón diferente para medir nuestro progreso económico. En esta línea cabe la idea de que la palabra recuperación ya tiene otro significado, igual que la palabra recesión. Según este argumento en el futuro las expansiones serán más débiles y más cortas, mientras las recesiones serán más frecuentes y a menudo más fuertes.

Entonces se planea la pregunta sobre España - ¿Existe la posibilidad que el país vuelve a caer?

La duda parece más que razonable porque a pesar de la acumulación de señales esperanzadoras todavía queda indicadores que tozudamente resisten la tónica positiva – el paro, el precio de la vivienda, la morosidad en los bancos, el número de desahucios y sobre todo en la tendencia negativa consumo interno. La sociedad española conjunto no tiene la sensación de estar ante un nuevo renacimiento, sus instituciones más bien desprenden un aire de estancamiento y de decadencia, hasta el punto que incluso el número de habitantes del país está bajando. Porque este ambiente de crisis resiste tanto?



2/ ¿Es Verdad Que Hay Que Bajar Los Salarios un Diez Por ciento?

Raras veces una propuesta ha unido todos los componentes de la sociedad española en contra y con una sola voz, pero la propuesta del ultimo informo del fondo monetario sobre el país lo ha conseguido. La idea de que España tenía que hacer una esfuerza más para lograr la generación de empleo a través de una reducción sistemática de salarios ha generado una rechazo colectivo, a la vez que generar un alud de críticas sobre la institución multilateral. Debe ser que ha tocado un punto muy sensible. ¿Pero porque? Y ¿porque El Fundo ha empeñado en hacer una propuesta tan controvertida da si era evidente que la medida era de tan poca monta? Para entender esta verdadera rompecabezas hay que remontar un poco en la historia de la crisis que afecta a España.



3/ ¿Si Los Bancos Están Bien Capitalizados, Porque No Hay Crédito? A pesar de un sinfín de reformas el sistema financiero todavía no dispone de toda esa excelente salud que muchos han siempre revindicado. El sistema parece bien capitalizado de momento, pero la morosidad sigue creciendo y el crédito o bien no fluye, o cuando fluye resulta caro. Entonces,¿ que hay que hacer para que la economía disfrute de un sistema financiero que funcione como Dios manda?

4/ ¿Que Puedo Esperar cobrar en concepto de Pensión?

Otra cosa que no ha quedado claro es el futuro del sistema de pensiones. La sociedad española envejece cada vez más. La tasa de dependencia de las personas con más de 65 años crecerá de forma dramática durante las próximas dos décadas. Antes se veía la inmigración como una forma de sostener el sistema, pero como muchos de estos inmigrantes ya van marchando en busca de trabajo y el número de personas cotizando está muy por debajo del nivel de antes de la crisis, el equilibrio del sistema de pensiones está en peligro. Se ha hecho una reforma del sistema y otra está en preparación, pero ¿qué seguridad tenemos sobre el nivel de pensión que cobraremos?



5/ Mariano Rajoy Puede Bajar Impuestos en 2015

6/ ¿La Deflación Es Un Problema?

7/ ¿Sociedades Sin Crecimiento?

Los ecologistas siempre han soñado en un futuro donde el crecimiento será cero o, mejor todavía, negativo. Ahora parece que ese sueño está a punto de hacerse realidad, pero no de la forma ideada. Lo que era un ideal podría acabar imponiéndose por la fuerza. Después de varias décadas de natalidad muy baja las fuerzas laborales en la mayoría de los países desarrollados han empezado a bajar. Curiosamente, en los países del sur de Europa el punto de inflexión ha coincidido con la llegada de la crisis. En parte esto no es una pura casualidad porque de hecho el crecimiento natural de la población ha estado estancado desde hace años pero la realidad subyacente fue mitigada debido a la llegada de inmigrantes. Ahora, con la falta de oportunidad no solo ha vuelto negativo el saldo de inmigrantes sinó que además una parte de los jóvenes de este país está marchando, poniendo en duda en un caso extremo como es Portugal la sostenibilidad del país en un futuro no muy lejano.

La situación de España no es tan dramática, pero no deja de ser preocupante. Desde 2011 la velocidad de salida de jóvenes está creciendo de forma notable y en 2012 la población del país ha empezado a bajar.

Entonces estas sociedades se enfrentan a un doble dificultad, porque la falta de crecimiento a corto plazo hace que el mercado laboral se estanque, cosa que provoca la salida de capital humano la cual cosa a su vez hace que la tasa potencial de crecimiento a medio plazo se reduzca generando una suerte de circulo vicioso.

El futuro es siempre imprevisible, pero parece lógico que la bajada de números de personas en edades de trabajar se trasladará en algún momento en reducciones en el número de personas trabajando. Según la velocidad de esta bajada, la tasa de crecimiento se puede convertir incluso en negativa.

Japón nos da un ejemplo en este sentido, porque el número de personas en edades de trabajar ha empezado a bajar a partir de 1997 y a pesar del hecho de que muchos japoneses ya trabajan más allá de los setenta años la economía del país sigue experimentando problemas importantes.

La bajada de las poblaciones y la reducción en tamaño de las economías que ellos sustentan, como notaba Keynes en los años treinta del siglo pasado, no necesariamente representa un problema sin solución si se lo gestiona bien, pero si el fenómeno puede convertirse en un problema grave si no lo hacemos así.



8/ ¿Un país para viejos?

La economía española puede crecer un poco más o un poco menos, pero bajar significativamente el paro parece que va a ser una verdadera tarea herculina. Sobre todo en un entorno incapaz de dar lugar a tasas de crecimiento fuertes y donde gran parte del esfuerzo para mejorar vendrá a través de la productividad para ir recuperando competencia.

La necesidad de poner estabilidad en el sistema de pensiones hará que las personas que tengan contratos de larga duración vigentes trabajen hasta edades cada vez más altas. Este fenómeno tratado de esta manera en este momento es equivalente a echar más leña sobre un problema ya en sí mismo gordo.

El país sufre dos problemas graves al mismo tiempo, una cuantidad importante de jóvenes que salen de la escuela sin ningún tipo de titulación, y otra cantidad que salen de la universidad bien preparados pero sin perspectiva de encontrar trabajo. Entonces pasa lo siguiente: los primeros se queden e hinchan los números de parados sin futuro claro mientras que los segundos marchan provocando un mal paso al capital humano del país, dañando así el crecimiento potencial en el futuro.

De hecho, el coste de la crisis está muy mal repartido, con una proporción muy alta cayendo sobre unos jóvenes que no entienden que han hecho mal para merecer semejante suerte. Aquí, si el país quiere salvar su futuro algo importante tiene que cambiar. Si no queremos vivir en un país con unos proporciones insostenible de edades los que tenemos más años tenemos que hacer más esfuerzo para que los que tienen menos se quedan. Tenemos que repartir los sacrificios de forma diferente.

9/ España - El Nuevo Alimaña o El Nuevo Japón?

Hay un dicho que sustenta que la única cosa que no tiene solución es la muerte, e incluso eso – en un contexto económico – hay que cualificarlo, porque como el economista Joseph Schumpeter argumentaba a veces solo muriendo se puede seguir viviendo. Es decir, la renovación necesaria para mantener una economía que podía ofrecer un nivel de vida razonablemente bien a los que dependen de ella suele pasar irremediablemente por la muerte continua de algunos de sus componentes, igual que nuestros cuerpos o nuestras sociedades en agregado.

Una de las dificultades mes espinosas que ha enfrontado a la sociedad española durante esa crisis es saber cuándo dejar morir una cosa o cuando intentar recuperarlo. No es para nada que la palabra rescate se ha convertido en una de las más familiares. Esa circunstancia puede presentarse en muchos casos – en una entidad financiero, una empresa grande, un negocio o tienda familiar, o incluso una casa.

Durante los últimos seis años muchas personas han ido luchando para sostener una cosa que si habían sabido lo que saben ahora hubieren dejar morir en su momento, y no después de muchas fuerzas para salvarlo.

Entonces lo que argumenta este libro es que no hay una “solución” en el sentido de una sola cosa (devaluación interna, reforma laboral, impulsar el “business friendly”) que por sí mismo volverá las cosas a su sitio, en parte porque este sitio ya no existe pero también porque no hay una formula mágica. Si salimos adelante esto será debido al esfuerzo, la creatividad y la innovación de muchos actores.

Estamos en un mundo cambiando, y no tenemos elección – hay que adaptarnos. Que la realidad podría haber sido diferente si solo habíamos…. poco importa, lo que tenemos que hacer es trabajar con la realidad que tenemos, por duro que sea.

Lo que sí que hay son soluciones, en minúscula, y las hay en cantidad. En este último capítulo daremos unos cuantos ejemplos, y veremos unos casos de personas que están superando la crisis ya, y como lo están haciendo. No hay una receta, pero sí que hay unas líneas de trabajo, aunque todos y cada uno de ellos pasen per la vía de reconocer las cosas tal y como son.

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